Es una vergüenza que en nuestro país, además en una universidad, se puedan cometer agresiones como las de la UAM. Porque la persona que se encuentra indefensa en coche zarandeado por unos cobardes está sufriendo sin duda una agresión. Todo ello ante la pasividad de las agentes policiales. Ya se sabe en España las fuerzas del orden prefieren morir a matar (aunque Bono lo que prefiere realmente es comprar pisos a morir) siempre que el agresor sea de izquierdas, nacionalista o suficientemente multicultural. Claro que todavía dirán que les han tratado bien por ser participantes de un "sarao" eco-renovables, si llegan a representar a una petrolera no lo cuentan. El consuelo que nos queda es que estos ultraizquierdistas reniegan de su país, lo detestan realmente, no se sienten españoles. Excepto cuando se encuentran en problemas, sobre todo en el extranjero, y recuerdan que son españoles. Así que para todos los que estamos con lo que Israel es en Oriente Medio, libertad, capitalismo, democracia, podemos sentirnos excluidos de la vergüenza.
Se ha destacado el carácter antisemita de las agresiones. También se ha minusvalorado el ultrizquierdismo de los participantes de la manifestación. En el manifiesto que convocaba la manifestación también se decía "Fuera empresarios de la universidad". No creo que vayan por ahí pegando por el campus de la UAM a empresarios igual que acosan a judíos pero todo se andará, ahora que han visto lo dura que puede llegar a ser la policía y el rector. La izquierda es ahora tanto o más antisemita que la ultraderecha. Ha tomado lo peor de sus primoshermanos nacional-socialistas, en los que por otra parte nada bueno había. En la izquierda la demonización del judío no atiende a criterios de inferioridad racial, sino a inferioridad de su sociedad. Israel es el triunfo de la libertad individual, de la democracia. Que un país pequeño, sin recursos, en un erial haya logrado un nivel de vida muy elevado, rodeado además de países que ensayaron formas de desarollo estatales y socialistas y que nadan en la miseria, ha sido un golpe muy duro para la izquierda. Así que mejor aliarse con aliarse con el Islam y borrar a Israel del mapa antes que reconocer los errores. Porque todos los ultraizquierdistas, entre lo que se encuentran nuestro gobierno, con la excusa de la creación del Estado palestino lo que realmente desean es la destrucción de Israel.
Algunos se preguntan cómo es posible que la izquierda y sus ultras se alíen con una dictadura como la de Hamás. Cómo no se dan cuenta de que Hamás es un grupo terrorista totalitario e isllamista. La respuesta es que simpatizan con ellos justamente por eso. La izquierda tiene la esperanza de "derrotar" al capitalismo, a la libertad individual y para ello, una vez extinta (o semi-extinta) la Unión Soviética cuenta con dos aliados: los ecologistas y los islamistas.
Si Israel fuera una arcadia de kibutz comunales y laicos, la izquierda ni hubiera abierto la boca sobre ningún barco. Igual que callan sobre el barco que al parecer hundió la muy progresista Corea del Norte. Si Israel hubiera optado por la dictadura del proletario cualquier crítica a la tiranía del partido único habría sido sancionada como odioso...antisemitismo. No cabría la crítica al paraíso hebreosocialista. Pero Israel eligió al Gran Satán Americano. Así para la izquierda los judíos pasaron a ser tipos de nariz ganchuda, especuladores internacionales que oprimen a los trabajadores y trabajadoras, acaparadores insolidarios de capital. Que no se equivoquen los judíos, estos antisemitas ahora son de izquierdas.
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